domingo, 20 de marzo de 2011

MASACCIO LA CAPILLA BRANCACHI Y LA TRINIDAD

Tommaso di ser Giovanni di Mone Cassai llamado Masaccio (San Giovanni in Altura, hoy San Giovanni Valdarno, Arezzo, 21 de diciembre de 1401 – Roma, otoño de 1428) fue un pintor cuatrocentista italiano. A pesar de la brevedad de su vida, su obra tuvo una importancia decisiva en la historia de la pintura: generalmente se considera que fue el primero en aplicar a la pintura las leyes de la perspectiva científica, desarrolladas por Brunelleschi.

Nació en Castel San Giovanni, hoy San Giovanni Valdarno, el 21 de diciembre de 1401, hijo del notario Giovanni di Mone Cassai y de su esposa Jacopa di Martinozzo. El apellido Cassai procede del nombre de la actividad a que se dedicaba la familia paterna de Masaccio: eran ebanistas (en italiano, cassai). En 1406, coincidiendo con el nacimiento del segundo hijo del matrimonio, Giovanni —que recibiría luego el sobrenombre de «el Scheggia»—, muere el padre. La madre volvió a contraer matrimonio con el mercader de especias Tedesco di Mastro Feo, también viudo, y con dos hijas, que murió el 7 de agosto de 1417.
Masaccio se trasladó a Florencia entre 1417 y 1421, tal vez a causa de la muerte de su padrastro. Existen documentos que demuestran que la madre de Masaccio alquiló una casa en esta ciudad, en el barrio de San Niccolò Oltrarno, seguramente como vivienda para su hijo, ya que ella continuó viviendo en casa de su difunto marido. Es posible que el joven artista comenzara su andadura en Florencia en el taller de Bicci di Lorenzo o en el de algún otro. El 7 de enero de 1422 se inscribió en el Arte (gremio) de médicos y especieros, lo cual indica que ejercía ya como pintor autónomo en la ciudad del Arno.
Su primera obra segura es el tríptico para San Juvenal de Casia, que lleva la fecha, en la tabla central, de 23 de abril de 1422: ANNO DOMINI MCCCCXXII A DI VENTITRE D’AP[RILE]. Es posible, según da a entender Vasari, que en 1423 Masaccio realizase un viaje a Roma, con motivo del jubileo. En 1424 se inscribió en la Compañía de San Lucas de Florencia. Posiblemente este año o en 1425 comenzó a colaborar con Masolino en los frescos de la capilla Brancacci de la iglesia de Santa María del Carmine de dicha ciudad. En febrero de 1426 empezó el Políptico de Pisa, trabajo que le ocuparía durante casi todo el año.
En 1428 se trasladó a Roma, invitado por el cardenal Brando da Castiglione para decorar la capilla de San Clemente en la iglesia homónima. En Roma trabajó en el Políptico de Santa María Mayor, del cual se conservan los «Santos Jerónimo y Juan Bautista» (actualmente en la National Gallery de Londres). Murió en Roma en otoño de 1428, cuando contaba sólo veintisiete años de edad. Algunas fuentes antiguas mencionan el rumor de que fue envenenado.

Tríptico de San Juvenal


Tríptico de San Juvenal.
El tríptico de San Juvenal era una obra desconocida de Masaccio, no mencionada por su biógrafo Giorgio Vasari, que fue descubierta en 1961. La pintura se compone de tres tablas: la central representa a la Virgen con el Niño, flanqueados por dos ángeles; en los paneles laterales aparecen parejas de santos: San Bartolomé y San Blas en el de la izquierda, y San Juvenal y San Antonio Abad en el de la derecha. En la tabla central figura la inscripción que ha permitido datar la obra: ANNO DOMINI MCCCCXXII A DI VENTITRE D’AP[RILE]. La composición está construida de acuerdo con las leyes de la perspectiva: las líneas de fuga del pavimento de los tres paneles convergen en un punto de fuga central, representado por la mano derecha de la Virgen, que sostiene los pies del Niño.


Capilla Brancacci

En 1424, Masaccio y Masolino comenzaron la decoración de la Capilla Brancacci, en el transepto de la iglesia de Santa María del Carmine. La capilla había sido construida de acuerdo con las disposiciones testamentarias de Pietro Brancacci, pero fue Felice Brancacci, próspero mercader en sedas que había desempeñados varios cargos políticos importantes en Florencia, quien encomendó la decoración de la capilla a Masaccio y Masolino. Los dos pintores trabajaron de forma perfectamente coordinada: ambos trabajaron en las dos paredes de la capilla, y dieron una gran unidad a la composición, gracias al empleo de una misma gama cromática, y de un único punto de vista (el de un espectador situado en el centro de la capilla). Cuando Masolino marchó a Hungría, en septiembre de 1425, Masaccio continuó trabajando en solitario. Más adelante, tras la partida a Roma y posterior muerte de Masaccio, el trabajo quedó interrumpido. En 1436 Felice Brancacci fue desterrado de Florencia al subir al poder la familia Médici. La decoración de la capilla sólo fue terminada en 1481 por Filippino Lippi. Entre 1746 y 1748 se realizaron importantes transformaciones en la capilla, y en 1781 sufrió importantes deterioros a causa de un incendio que ennegreció los frescos. Fueron restaurados en 1988, volviéndose al color original.
Los frescos se distribuyen en dos niveles horizontales a lo largo de las dos paredes de la capilla (originalmente había también pinturas en los lunetos y en la bóveda, todas ellas obra de Masolino). Se sigue el esquema característico de la pintura florentina al fresco, consistente en ordenar las composiciones como si fuesen cuadros colocados en el muro, y, para destacar esta idea, cada escena está enmarcada por pilares clásicos y capiteles corintios pintados.

La expulsión de Adán y Eva del paraíso terrenal, antes y después de la restauración.
El tema principal de los frescos es la historia de la vida de san Pedro, patrón de los marineros y comerciantes del mar, y hay también algunas referencias al Génesis, concretamente a la historia de Adán y Eva. El programa iconográfico se ha interpretado en relación con la personalidad del comitente: Felice Brancacci había sido uno de los primeros cónsules del mar de Florencia en 1421, y entre 1422 y 1423 fue embajador en El Cairo.

La Capilla Brancacci (del cardenal Brancacci) es una capilla al final del transepto derecho de la iglesia de Santa María del Carmine en Florencia (barrio de Oltrarno).
A veces se la llama la "Capilla Sixtina del primer Renacimiento" por su ciclo de pinturas, que se encuentran entre las más famosas e influyentes de la época.

Historia

La construcción de la capilla fue un encargo de Pietro Brancacci y comenzó en 1386. Se construyó de acuerdo con las disposiciones testamentarias de Pietro Brancacci.
El patrón de la decoración pictórica fue Felice Brancacci, descendiente de Pietro y próspero mercader en sedas, quien había servido como embajador florentino en El Cairo hasta 1423. A su regreso a Florencia, contrató en 1424 a Masolino da Panicale para que pintase su capilla en la iglesia de Santa María del Carmine. Colaboraba con Masolino su socio, el joven Masaccio de veintiún años, dieciocho más joven que Masolino. El año 1425 se considera punto de partida del Renacimiento florentino. Los dos pintores trabajaron de forma perfectamente coordinada: ambos trabajaron en las dos paredes de la capilla, y dieron una gran unidad a la composición, gracias al empleo de una misma gama cromática, y de un único punto de vista (el de un espectador situado en el centro de la capilla).
La decoración se inició con los Evangelistas de la bóveda de mano de Masolino, se siguió con los lunetos de la pared izquierda con la escena o de la Navecilla o de la Vocación de Pedro y Andrés de mano de Masolino y sobre la pared del fondo El llanto de Pedro después de las tres negaciones de Masaccio, y al lado opuesto el luneto derecho donde Masaccio pintó o la Navecilla o la Vocación de Pedro y Andrés, mientras Masolino sobre la pared del fondo hizo Apacienta a mis corderos. En el segundo nivel inició la decoración o de la pared de la izquierda donde Masaccio hizo la Expulsión del Paraíso y El Tributo y Masolino sobre la pared del fondo La predicación de san Pedro; o de la pared de la derecha siempre siempre del segundo nivel donde Masolino pintó el Pecado original y la Resurrección de Tabita, mientras Masaccio en el fondo pintó el Bautismo de los neófitos.
El primero de septiembre de 1425, Masolino abandonó el trabajo en la capilla y se marchó a Hungría, para ser pintor de corte en Budapest. Entonces Masaccio se quedó con el encargo y continuó trabajando en solitario: hizo las escenas de San Pedro que cura con su sombra, La distribución de los bienes, la Crucifixión en la pared del fondo y buena parte de La resurrección del hijo de Teófilo y San Pedro en la cátedra en la pared de la izquierda, todas en el primer nivel. Sin embargo Masaccio murió con sólo 27 años en el 1428 durante un viaje de estudios a Roma, dejando la obra incompleta. El trabajo quedó entonces interrumpido. En 1436 Felice Brancacci fue desterrado de Florencia al subir al poder la familia Médici, adversarios de los Brancacci.
En 1460, los frailes carmelitas, para eliminar el recuerdo del comitente, destruyó la Crucifixión de san Pedro bajo la ventana, colocando un altar con la Virgen del pueblo, tabla del siglo XIII. La decoración de la capilla sólo fue terminada en los años 1480 por Filippino Lippi, que buscó mantener el estilo del maestro obteniendo un buen resultado. Lippi pintó las escenas de San Pedro visitado en la cárcel por san Pablo a la izquierda del primer nivel y las dos escenas de la pared de la derecha con La liberación de san Pedro y La disputa con Simon Mago y la crucifixión de san Pedro.

Las pinturas

Esquema general



La Capilla Brancacci en la    Iglesia de Santa María del Carmine, en Florencia.
Los frescos se distribuyen en dos niveles horizontales a lo largo de las paredes de la capilla. Originalmente había también pinturas en los lunetos y en la bóveda, todas ellas obra de Masolino. En los lunetos se representaba la Navicella, o la Vocación de Pedro y Andrés, El llanto de San Pedro y Apacienta a mis corderos. En la bóveda estaban los cuatro evangelistas. También quedó destruida la Crucifixión de san Pedro, que estaba en la pared del fondo de la capilla, bajo la ventana; queda un fragmento con un soldado romano.
Se sigue el esquema característico de la pintura florentina al fresco, consistente en ordenar las composiciones como si fuesen cuadros colocados en el muro, y, para destacar esta idea, cada escena está enmarcada por pilares clásicos y capiteles corintios pintados, con una cornisa.
El tema del ciclo es la salvación de la Humanidad operada por Jesucristo a través de Pedro. A modo de premisa de las historias de Pedro, están los frescos dedicados al Pecado original y la Expulsión del Paraíso. Se narran episodios de la vida de san Pedro, patrón de los marineros y comerciantes del mar. El programa iconográfico se ha interpretado en relación con la personalidad del comitente: Felice Brancacci había sido uno de los primeros cónsules del mar de Florencia en 1421, y entre 1422 y 1423 fue embajador en El Cairo. Teniendo en cuenta que la orden de los carmelitas gozó del favor del primado papal y que en aquel período Florencia se estaba acercando al Papado, las historias pueden leerse como la de la salvación realizada por la Iglesia a través de Pedro.
Las fuentes son los Hechos de los Apóstoles y la Leyenda dorada de Jacobo de la Vorágine, para las pinturas relacionadas con San Pedro, los Evangelios, para el fresco de El tributo, y el Génesis, para las dos escenas de Adán y Eva.
Las escenas se distribuyen de la siguiente manera:
  • Fila superior:
    • Muro lateral izquierdo: II (La expulsión de Adán y Eva del Paraíso terrenal) y V (El Tributo), pinturas de Masaccio.
    • Pared del fondo: IX (Predicación de san Pedro) y X (El bautismo de los néofitos)
    • Muro lateral derecho: VI (La curación del lisiado y la resurrección de Tabita) y I (Pecado original)
  • Fila inferior:
    • Muro lateral izquierdo: XIII (San Pedro visitado en la cárcel por san Pablo) y XV (La resurrección del hijo de Teófilo y san Pedro en la cátedra)
    • Pared del fondo: XI (San Pedro cura con su sombra) y XII (La distribución de los bienes y la muerte de Ananías)
    • Muro lateral derecho: XVI (La disputa con Simón Mago y la crucifixión de Pedro) y XIV (San Pedro liberado de la cárcel)



    Análisis de las pinturas

    Cuerpo superior

  • La expulsión de Adán y Eva del paraíso terrenal (Masaccio)
Artículo principal: La expulsión de Adán y Eva del Paraíso terrenal
La expulsión de Adán y Eva del Paraíso terrenal pintada por Masaccio es el primer fresco en la parte superior de la capilla, sobre el muro de la izquierda. Justo a su lado está El pago del tributo. Es famoso por su vívida energía y realismo emocional sin precedentes.
  • El pago del tributo o, simplemente, El tributo (Masaccio)
Artículo principal: El pago del tributo
El pago del tributo es, posiblemente, la escena más famosa de la capilla. Se ubica en el muro superior izquierdo, con figuras de Jesús y Pedro mostradas en una narrativa en tres partes. Se atribuye la mayor parte de la pintura a Masaccio. No obstante, algunos autores han señalado intervenciones de Masolino en esta pintura.
  • Predicación de San Pedro (Masolino)

Expulsión, Masaccio, antes de la restauración El tributo, Masaccio Predicación de san Pedro, Masolino Cuerpo superior, parte izquierda La expulsión del Paraíso terrenal (Masaccio), El tributo (Masaccio), La predicación de San Pedro (Masolino)

  • Bautismo de los neófitos (Masaccio)
El tema de esta escena procede de los Hechos de los Apóstoles, y concretamente de Hechos 2:41.
  • Resurrección de Tabita (Masolino, con intervenciones de Masaccio)
La escena superior en la pared de la derecha muestra, a su lado izquierdo, la Curación del lisiado y, en el lado derecho, la Resurrección de Tabita. Se atribuye el fresco, en general, a Masolino, aunque algunos eruditos han descubierto el toque de Masaccio. La escena muestra dos episodios diferentes. En ambos aparece san Pedro, encerrado en un escenario de una típica ciudad toscana del siglo XV, representada de acuerdo con las estrictas reglas de la perspectiva central. La segunda es generalmente considerada contribución principal de Masaccio, mientras que las dos figuras centrales, mostrando influencias góticas, sin probablemebnte de Masolino.
  • Adán y Eva en el paraíso terrenal o Tentación de Adán (Masolino)

Bautismo de los neófitos, Masaccio Curación del lisiado y resurrección de Tabita, Masolino y Masaccio Adán y Eva en el Paraíso terrenal, Masolino Cuerpo superior, parte derecha Bautismo de los neófitos (Masaccio), Curación del lisiado y resurrección de Tabita (Masolino y Masaccio), Adán y Eva en el Paraíso terrenal (Masolino)

Cuerpo inferior

  • San Pedro en la cárcel visitado por San Pablo (Filippino Lippi)
La escena de San Pedro en la cárcel visitado por San Pablo es una de las realizadas por Filippino Lippi.
  • La resurrección del hijo de Teófilo y San Pedro en la cátedra (Masaccio)
Esta escena se encuentra en el muro inferior derecho.
La fuente de esta escena no se encuentra en el Nuevo Testamento, sino en la Leyenda dorada de Jacobo de la Vorágine: Téofilo, prefecto de Antioquía, aceptó liberar a San Pedro a condición de que resucitara a su hijo de catorce años. Tras el éxito del apóstol, Teófilo y numerosos habitantes de la ciudad se convirtieron al cristianismo.
Masaccio dejó inacabado este fresco, que fue completado por Filippino Lippi. Se cree que en él pueden encontrarse retratos de personajes de la época: en el grupo de la izquierda, el personaje vestido con hábito de carmelita es probablemente el cardenal Brenda Castiglione; Teófilo, sentado en el trono en forma de nicho, es un retrato de Gian Galeazzo Visconti, gran enemigo de Florencia; y Coluccio Salutati es la figura sentada a los pies de Teófilo, a la derecha.
En la Resurrección del hijo de Teófilo, Masaccio pintó el pavimento en perspectiva, enmarcado por grandes edificios para obtener profundidad de campo y espacio tridimensional en el que las figuras se colocan en proporción a lo que les rodean. En esto, Masaccio fue un pionero en aplicar las recientemente descubiertas reglas de perspectiva.
  • San Pedro cura a los enfermos con su sombra (Masaccio)
La escena San Pedro cura a los enfermos con su sombra, realizada por Masaccio, se encuentra en el centro del muro inferior.
Se cree que en esta escena hay también retratos de personajes de la época. El personaje a la derecha de San Pedro, con capucha roja, es seguramente Masolino, en tanto que la figura de san Juan, a la izquierda de San Pedro, es considerada un autorretrato del propio Masaccio (según otros sería su hermano Giovanni, llamado "el Scheggia"). El hombre curado milagrosamente (en pie y con las manos juntas) es tal vez un retrato de Donatello.

San Pedro en la cárcel, visitado por san Pablo, Lippi La resurrección del hijo de Teófilo y San Pedro en la cátedra, Masaccio (restaurada) San Pedro cura a los enfermos con su sombra, Masaccio (restaurada)
Cuerpo inferior, parte izquierda San Pedro en la cárcel, visitado por San Pablo (Filippino Lippi), La resurrección del hijo de Teófilo y San Pedro en la cátedra (Masaccio, restaurada), San Pedro cura a los enfermos con su sombra (Masaccio, restaurada)

  • La distribución de los bienes y la muerte de Ananías (Masaccio)
Centro del muro inferior, lado derecho, por Masaccio. Ilustra un episodio de los Hechos (Hechos 5:1-11) acerca del castigo de Ananías, quien trató de engañar a la comunidad de los primeros cristianos al retener parte del precio obtenido al vender un campo, cuando Pedro había solicitado a la primitiva comunidad que entregara todos sus bienes terrenos para repartirlos; cayó fulminado por Dios. Esta escena está estrechamente relacionada con la anterior.
En esta obra se puede apreciar plenamente la diferencia entre la obra de Masaccio y el coetáneo estilo gótico internacional: las figuras aparecen modeladas plásticamente, con una fuerte graduación hacia la profundidad, lo que Masaccio consigue mediante un contraste de luces y sombras.
  • Disputa de San Pedro con Simón Mago y muerte de San Pedro (Filippino Lippi)
La Disputa de San Pedro con Simón Mago y muerte de San Pedro es una escena ubicada en el centro del muro derecho inferior. Es de las realizadas por Filippino Lippi. En este fresco el pintor Filippino Lippi está representado como uno de los personajes, en autorretrato.
  • San Pedro liberado de la cárcel (Filippino Lippi)
Está en el muro derecho inferior. Es una de las obras realizadas por Filippino Lippi.

La distribución de los bienes y la muerte de Ananías, Masaccio (restaurada) Disputa de San Pedro con Simón el Mago y muerte de San Pedro, Lippi San Pedro liberado de la cárcel, Lippi
Cuerpo inferior, parte derecha La distribución de los bienes y la muerte de Ananías (Masaccio), Disputa de San Pedro con Simón Mago y muerte de San Pedro (Filippino Lippi), San Pedro liberado de la cárcel (Filippino Lippi)

Influencia

En Masolino perdura la pintura medieval, mientras que se ve emerger la personalidad de Masaccio que aplica a la pintura las nuevas teorías renacentistas, como un uso muy bello y elegante de la perspectiva científica, cuyas leyes fueron descubiertas por Brunelleschi. Los primeros frescos no permiten establecer bien el predominio de un artista sobre otro, pero luego la genialidad y la novedad de Masaccio salieron a la luz.
Otras aportaciones novedosas de Masaccio son la iluminación unificada, el uso del claroscuro y la habilidad a la hora de presentar las figuras de una forma naturalista. Con ellas estableció nuevas tradiciones en la Florencia renacentista que algunos eruditos consideran que ayudó a fundar el nuevo estilo de pintura.
El joven Miguel Ángel fue uno de los muchos artistas que recibieron su formación artística copiando la obra de Masaccio en la capilla. Fue también en esta capilla donde Miguel Ángel sufrió el ataque de un escultor rival, Pietro Torrigiano, que se ofendió por algunos comentarios críticos sobre su capacidad para el dibujo. Pegó tan fuerte a Miguel Ángel que "aplastó su nariz como si fuera una galleta" (según Benvenuto Cellini), deformando para siempre la cara del famoso artista.








LA TRINIDAD

La Trinidad es un fresco realizado por el pintor italiano renacentista Masaccio. Su título completo es la Sagrada Trinidad, con la Virgen, San Juan y donantes (en italiano, Santa Trinità). Está pintado en uno de los muros laterales de la iglesia de Santa María Novella de Florencia en Italia. Es quizá la obra más celebrada de Masaccio aparte de los frescos de la Capilla Brancacci. Las opiniones sobre la datación del fresco varían entre 1425 y 1428. Unas fuentes dan como altura 667 centímetros y otros 680, siendo la anchura de 317 cm. o 475.
Fue redescubierta en su integridad en 1861, después de ocultarse en el siglo XVI por un retablo de Vasari y un altar de piedra. Es considerada una de las obras fundacionales de la pintura en la Edad Moderna.
Los críticos del siglo XIX vieron en ella una revelación de los principios de Brunelleschi en arquitectura y el uso de la perspectiva, hasta el punto de que algunos creyeron que Brunelleschi intervino directamente en el diseño de la obra (haya intervenido directamente o no, de todos modos se piensa que Brunelleschi al menos le enseñó conceptos y técnicas de perspectiva a Masaccio). Cuando se ejecutó, no se había construido aún ninguna Bóveda de cañón. La obra recuerda a las primeras obras de la arquitectura del Prerrenacimiento como San Lorenzo de Brunelleschi y el tabernáculo de San Luis en la iglesia de Orsanmichele.
La pintura representa el dogma de la Trinidad, en en el marco de una capilla inspirada en los arcos de triunfo romanos, con una bóveda de medio cañón dividida en casetones y sostenida por columnas jónicas, flanqueadas a su vez por pilastras que sostienen un entablamento.
La Trinidad destaca por su inspiración, tomada de los antiguos arcos triunfales romanos y la estricta adhesión a los recientes descubrimientos en materia de perspectiva , con un punto de fuga al nivel del espectador, de manera que, como lo describe Vasari "una bóveda de cañón dibujada en perspectiva, y dividida en cuadrados con rosetones que disminuyen y está trazado con unas líneas que se van reduciendo tan bien hechas que parece que hay un agujero en el muro." Con este fresco, Masaccio alcanza la perfección absoluta de la perspectiva. El uso que hace Masaccio de la perspectiva hace que la composición sea un auténtico trompe l'oeil o trampantojo que hace parecer que el muro está efectivamente perforado. El fresco tuvo un efecto transformador sobre generaciones de pintores florentinos y artistas visitantes. El observador se identifica directamente con el mundo pictórico gracias al tamaño natural de las figuras y la coincidencia del punto de vista en el espacio real y en el cuadro.
La única figura que no tiene una ocupación del espacio plenamente lograda en tres dimensiones es el Dios majestuoso que soporta la Cruz, considerado un ser inconmensurable. Las figuras de los dos donantes, habiéndose indicado como posibilidades miembros de la familia Lenzi o, más recientemente, Berto di Bartolomeo del Bandeario y su esposa Sandra. Estos donantes representan otra importante novedad, ocupando el espacio propio del espectador, en frente del plano de la pintura, que está representado por las columnas jónicas y las pilastras de las que la falsa bóveda parece surgir. Su postura es la tradicional para los donantes: rezando, pero a tamaño natural y es digna de mención la atención puesta en el realismo y el volumen.
Por debajo de ellos, y funcionando como base de la composición, hay un altar de mármol bajo el cual se ve un esqueleto yacente. Una visión de detalle del esqueleto en el sarcófago revela también la antigua advertencia, en claras letras: IO FU GIÀ QUEL CHE VOI SETE: E QUEL CHI SON VOI ANCOR SARETE (FUI LO QUE TÚ ERES Y LO QUE YO SOY TÚ SERÁS).
La interpretación más habitual de la Trinidad es que la pintura enlaza con la conexión medieval tradicional de la capilla con el Calvario, Κρανιου Τοπος (Kraniou Topos) en griego o Gólgota en arameo, palabras todas ellas que significan calavera. La tumba en la parte inferior puede ser de los donantes o de Adán. También puede significar el viaje que debe realizar el espíritu humano para alcanzar la salvación, alzándose sobre la vida terrenal y cuerpo corruptible a través de la oración (los dos donantes) y la intercesión de la Virgen y San Juan Evangelista ante la Trinidad. La pintura puede leerse en sentido vertical ascendente, como la ascensión hacia la salvación eterna, desde el esqueleto (símbolo de la muerte) hasta la Vida eterna (Dios Padre), pasando por la oración (los donantes), la intercesión de los santos (San Juan y la Virgen), y la redención (Cristo crucificado).









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